LIBERACIÓN, RETORNO RESISTENCIA

Los colectivos firmantes de este documento, implicados en el apoyo a la justa causa del Pueblo Palestino por su derecho a la autodeterminación y por el derecho irrenunciable al retorno de todos los refugiados a los
hogares de los que fueron expulsados, recordamos y repetimos:

  1. Que el primer problema a resolver en una colonización es la presencia del colonizador. La primera condición para resolver los problemas generados por una ocupación colonial de asentamientos es su desmantelamiento y su retirada de la tierra ocupada.
  2. Que el derecho al retorno es la primera, principal e incuestionable premisa de cualquier avance hacia la paz con justicia en Palestina.
  3. Que el apoyo a la Resistencia del Pueblo Palestino en todas sus formas, todas ellas legales y legítimas per se, no es una opción sino un deber de todos y todas.
  4. Que, junto a esos principios (liberación, retorno, resistencia) y ante la expansión del Plan de los Generales israelí que aplica en Cisjordania (con el nombre de Muro de Hierro) las mismas prácticas genocidas que arrasaron Gaza, nos comprometemos a un esfuerzo coordinado de denuncia permanente, basado en la información recibida directamente desde el terreno y desde el respeto más absoluto a los testimonios de nuestras fuentes. El caso del campamento de Jenin en los últimos días
    es un ejemplo dramático. Un apoyo digno a la causa palestina, que es la causa de la humanidad, sólo es posible si conocemos, discutimos y comunicamos de la forma más honesta posible. Para eso haremos nuestros esos testimonios directos.
  5. Que el Pueblo Palestino no se va a liberar por la caridad paternalista, la solidaridad postiza o un Derecho Internacional secuestrado por el opresor. Lo está haciendo por sí mismo, sometido a las condiciones más extremas, con los medios a su alcance y con el apoyo de quienes acompañen su
    lucha desde un respeto incondicional, recordándonos que es indigno mostrar penita por sus niños asesinados si no apoyamos esa lucha. Que es de un racismo miserable reprender al oprimido si sus
    “malos modales” nos impiden compadecernos en paz por los miles y miles de mártires. Nos recuerda que buena parte de la presunta solidaridad europea lleva demasiados años explotando la causa palestina como barata moneda de cambio, sacando rédito doméstico de cada campaña
    genocida que el sionismo ha ejecutado en Palestina. Nos ayuda a entender que la ocupación brutaliza a las sociedades colonas (la israelí y las de todo Occidente) mucho más que a los supuestos bárbaros a quienes ésta oprime, explota y asesina. De ahí su segura derrota.
  6. Que nosotros y nosotras, por firmes que sean nuestras convicciones, formamos parte de una sociedad que justifica la colonización y de una civilización que, por eso mismo, está herida de muerte. Que nuestras luchas aquí están directa y absolutamente vinculadas a la liberación de
    Palestina, de todo territorio ocupado y de todo pueblo colonizado. Que sólo somos libres si lo somos todos y todas. Que esa liberación empieza en y por Palestina.
    El mandato británico (1917-1947) preparó el terreno a la colonización sionista produciendo 150.000 apátridas. La Nakba de 1948-1949 convirtió a 750.000 palestinos en refugiados y decenas de miles en desplazados internos. Israel desplazó a otros 400.000, muchos por segunda vez, ocupando el resto de Palestina en la Guerra de los Seis Días (1967). En 1993, los Acuerdos de Oslo borraron el derecho al retorno de la agenda, así como los derechos de los refugiados y desplazados internos, el de autodeterminación, los civiles, sociales, culturales, políticos, económicos…

La “retirada” de Gaza en 2005 dio paso a dos décadas de bloqueo y masacres. No olvidemos las masacres contra la Gran Marcha por el Retorno perpetradas por el ejército ocupante en 2018-19 y su directa conexión con la situación actual. Antes del 7 de octubre de 2023, la causa palestina corría
peligro de extinción. En los últimos 15 meses, el Eje del Genocidio y sus aliados han cometido en Palestina el primer crimen de crímenes retransmitido en directo y con todo lujo de detalles. Palestina ha quitado el disfraz a la gran mentira de la democracia global, mostrando que una mayoría absoluta de la población mundial se opone a la ocupación, el apartheid y el genocidio mientras una mayoría de gobiernos del mundo es hoy, legal y literalmente, cómplice de genocidio. EEUU, sus 22.000
millones de dólares y un 70% de las armas suministradas a Israel. La Unión Europea, España incluida, Australia, Canadá, todos los estados del Consejo de Cooperación del Golfo, Jordania, Egipto, Turquía, Rusia, China… y tantos otros han colaborado por activa (los más) o por pasiva (los menos). Los más hipócritas emiten reproches y condenas a Israel mientras siguen violando sus queridas leyes y empujando hacia una guerra total. Todos ellos son hoy cómplices de genocidio ante el Derecho Internacional.

Así, aunque en todas (o casi todas) las sociedades del mundo crece la imagen de Israel como estado paria y las movilizaciones de protesta se suceden, nuestros gobiernos se aferran a la vergüenza criminal. Sólo quienes forman parte del Eje de la Resistencia en Irán, Líbano, Yemen e Irak han apoyado materialmente a Palestina. Nuestras opiniones sobre cada uno de esos “actores”, sistemas, estados o regímenes serán variadas, pero nadie puede negar la legitimidad, necesidad y valor de todo apoyo a la resistencia anticolonial.

Ahora una tregua, la última de una lista infinita, nos vuelve a recordar que Israel no respeta treguasporque sólo sabe asesinar y que su proyecto es trasladar a Cisjordania la misma mecánica deexterminio. La Relatora de NNUU sobre los DDHH en los Territorios Ocupados Palestinos volvió a
explicarlo el pasado 21 enero: Si no se le obliga a detenerse, el genocidio israelí contra los palestinos no se limitará a Gaza. Recuerden mis palabras.

En Líbano, los últimos sesenta días cuentan más de mil violaciones de la tregua por el ejército sionista. Desde hace días, 900 checkpoints cierran todas las vías de comunicación y convierten Cisjordania en una cárcel. Otra cárcel. Israel despliega su maquinaria de exterminio con la colaboración (activa o pasiva, sonora o disimulada) de las mismas corporaciones y los mismos estados cómplices (como el español) que apoyan, financian y justifican el genocidio. Aquí se incluye el papel clave de una Autoridad Palestina (AP) cuya subsistencia, 30 años después, le obliga a obedecer y ejecutar las órdenes del ejército ocupante. El último episodio en Jenin ha sido extremadamente grave, con retiradas de la AP previas a la entrada de las fuerzas de ocupación, incluso colaborando mediante asaltos, detenciones y asesinatos por turnos. La documentación gráfica de esta desgracia es enorme. Nosotros sólo hacemos nuestros esos testimonios directos para tratar de entender el fenómeno en todas sus dimensiones. Son los y las palestinas quienes acabarán resolviendo esta cuestión con el mejor de los desenlaces.

La elección está hecha. Esta es nuestra posición.
Rechazamos olvidar. Rechazamos la amnesia como método.
Os animamos a hacer lo mismo.
Viva la resistencia anticolonial. Hasta la liberación y el retorno. Viva Palestina Libre.

Iniciativa por Palestina, Foro Palestina libre Zaragoza y Red Universitaria x Palestina.

28/01/2025


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *