Carta de despedida al rector, porque la Universidad de Zaragoza no respeta los Derechos Humanos.

Cortesía de Arainfo.

Un grupo de activistas solidarios con la causa palestina, en representación de más de 20 colectivos y organizaciones, han realizado una protesta simbólica a la entrada de la sesión del Claustro celebrado este miércoles. Además, han entregado una dura misiva de despedida al rector José Antonio Mayoral

Un instante de la protesta simbólica de este miércoles a las puertas del Paraninfo. | Foto: Luis Antonio Sin

Tal y como informó AraInfo el pasado jueves, 30 de enero, el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza fue sede de un «congreso médico» organizado por una empresa israelí, y promovido por el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) en colaboración con el Centro Médico Sourasky (Hospital Ichilov). Este centro gubernamental es la mayor instalación hospitalaria de Tel Aviv, y como no puede ser de otra manera tiene fuertes vínculos con la dirigencia del estado sionista.

La celebración de este evento los pasados 30 y 31 de enero, bajo el titulo ‘The Future of Healthcare’ (El Futuro de la Sanidad), sembró la polémica. En teoría la Universidad de Zaragoza había acordado en varias ocasiones la no colaboración con el Estado israelí por sus constantes violaciones de los Derechos Humanos y en lo concreto por el genocidio perpetrado por la entidad colonial en Gaza durante el último año y medio. Sin embargo, permitió que este evento se desarrollara en el espacio más emblemático de la institución académica poniendo en duda el alcance de sus compromisos previos. Ese mismo viernes varias decenas de personas protestaron a las puertas del evento, aunque alejados del mismo por un importante cordón policial.

Este miércoles, 5 de de febrero, por la mañana un grupo de activistas se apostaron en las escaleras de acceso al Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, en el que se celebraba una sesión del Claustro de la Universidad de Zaragoza. El grupo pretendía denunciar la celebración del evento citado con anterioridad e informar a los y las representantes en el órgano de representación de la entidad académica.

Nadir Arber, «cabeza de cartel» del congreso y parte del Centro Médico Sourasky, posa con Netanyahu en una foto de archivo en la que presentaban un «medicamento milagroso» contra el Covid que terminó en un «bluf».

Carta de despedida al rector de la Universidad de Zaragoza

El grupo de personas solidarias con la causa palestina eran una pequeña representación de los más de 20 colectivos, asociaciones y organizaciones que habían firmado una «Carta de despedida al rector de Unizar, José Antonio Mayoral». Representantes de estos colectivos han hecho entrega en mano de la misiva a Mayoral, en la que era su última sesión de Claustro antes de la próxima elección de un nuevo rector o rectora.

La carta comenzaba así: «Los colectivos firmantes –de la comunidad universitaria y la sociedad aragonesa en general- nos dirigimos a usted en los días de cierre de su mandato para expresar nuestra más sincera indignación por las decisiones y gestos institucionales que han marcado la respuesta de su equipo de gobierno ante las obligaciones que del derecho internacional y de los estatutos de la propia universidad de Zaragoza se derivan para los representantes de esta institución, pues no han cumplido ninguna».

«Durante sus años de rectorado hemos sido testigos de una creciente movilización en la comunidad universitaria en relación con los derechos humanos y la responsabilidad de las instituciones académicas ante los conflictos internacionales. La agresión genocida sobre Gaza –que ahora se sigue ampliando a todo el territorio palestino-, sobradamente documentada tras 16 meses de exterminio, ha motivado que diversas universidades del mundo adopten posturas firmes en defensa de los derechos humanos y conforme a la legalidad internacional», relatan los colectivos y organizaciones firmantes.

«Ustedes no lo han cumplido»

«En ese sentido, la CRUE emitió un tímido comunicado en mayo de 2024, suscrito por la Universidad de Zaragoza, en el que se instaba a la revisión de los acuerdos de colaboración con entidades israelíes ‘que no mostraran un compromiso claro con la paz y el derecho internacional humanitario’. Ustedes no lo han cumplido», así de rotunda ha sido la sentencia plasmada en la carta.

La misiva recordaba que «en marzo y junio de 2024, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza reafirmó esos compromisos en sendas declaraciones institucionales, expresando su rechazo a las violaciones de derechos humanos y la voluntad de actuar con responsabilidad ética en sus relaciones internacionales». Las entidades también se han hecho eco de distintas iniciativas impulsadas por facultades o departamentos, así como por el propio Claustro. Explicando que «en este mismo sentido se intentó abrir canales de diálogo con el equipo de gobierno, como en las reuniones mantenidas con el Vicerrectorado de Internacionalización y Cooperación, donde se planteó la necesidad de una revisión crítica de nuestras colaboraciones internacionales en el marco de los principios de justicia global, en atención a las resoluciones de los Tribunales Internacionales».

No han querido dejar en el olvido la acampada estudiantil en el Campus de San Francisco, que siguiendo el ejemplo de numerosas universidades en todo el mundo, «expresó su rechazo a la falta de medidas concretas frente a la situación en Palestina y exigió una mayor coherencia institucional, porque ante un genocidio no existe la neutralidad: quien no actúa contra la ocupación, el apartheid y el genocidio recurriendo a las herramientas que dicta el derecho internacional es cómplice de esos crímenes».

Palabras «falsas y cínicas»

En relación al evento protagonizado en el Paraninfo por el Centro Médico Sourasky, una institución sanitaria sionista, los colectivos y organizaciones firmantes señalan que «esta colaboración y la cesión del principal edificio de nuestra Universidad es un gesto que no solo contradice la sensibilidad expresada por amplios sectores de nuestra comunidad universitaria, sino que vuelve a convertir en mentira las ya de por sí descafeinadas declaraciones institucionales de nuestra Universidad, esta vez de la manera más obscena posible». Las entidades sostienen en la misiva que «un evento de estas características no se organiza en unas semanas ni en pocos meses. Si miramos atrás, al desarrollo de la movilización de la comunidad universitaria anteriormente señalado, los comunicados institucionales y las palabras de sus representantes aparecen como falsas y cínicas».

«Deja una Universidad peor»

El tono crítico de la carta se mantiene hasta el final. «Queremos despedirle señalando honestamente que su mandato deja una Universidad peor. Este último evento en la principal sede de nuestra institución nos demuestra muy claramente que los compromisos declarativos pueden quedar en palabras vacías cuando haya intereses que los contradigan. Habrá que preguntarse qué valor merecen los nuevos Estatutos de la Universidad de Zaragoza cuando días antes de su aprobación definitiva se mancillan de tal manera. ¿No sería más digno por su parte retirar cualquier alusión a los derechos humanos de los Estatutos de nuestra Universidad?»

Por último le desean «suerte y acierto en sus proyectos futuros, seguro que fructíferos, pero esperamos que la Universidad de Zaragoza pueda mejorar pronto en coherencia entre principios y acciones. Confiamos en que así lo asuman quienes aspiran a ocupar su cargo tras las próximas elecciones a Rectorado. Ojalá al menos quieran escuchar. Como comunidad universitaria y como personas que quieren vivir en una sociedad justa y digna, quedamos atentas a las respectivas declaraciones desde estas candidaturas, confiando en que no sólo en sus palabras y programas, sino entre las primeras acciones que lleven a cabo al llegar al cargo se incluya un uso digno del dinero manchado de sangre que nuestra Universidad haya recaudado con este desgraciado evento. Será la primera y obligada reparación del ejercicio de violencia institucional que ha supuesto este episodio tan vergonzoso (y contrario a derecho), justo antes de decir: nunca más».

Las entidades que han suscrito la carta son la Red Universitaria Por Palestina (RUxP), Contracorriente, Frente de Estudiantes Aragón, Vagas y Maleantes, RedPensar UZ, La Fábrica de lo Social, CGT Unizar, CNT Zaragoza, CGT Aragón-La Rioja, Somos Algara Unizar, Iniciativa Por Palestina, Foro Palestina Libre Zaragoza, Alto Aragón con Palestina, Huesca por Palestina, Sobrarbe por Palestina, Red SOS Refugiados Europa, Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad en Aragón, Comité de Solidaridad Internacionalista, Ateneo Republicano de Zaragoza, Asamblea Barrio de Delicias y Zaragoza En Común.

La respuesta del Rectorado: «Un congreso de elevado nivel»

Francisco Beltrán, vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de Zaragoza, fue el encargado de dar respuesta a la carta y a las acusaciones de colaboración con el blanqueamiento del Estado israelí. «La Universidad de Zaragoza, lleva trabajando desde el mes de noviembre del año 2023 en una serie de pronunciamientos en relación con el ataque de Israel sobre la Franja de Gaza y la destrucción sistemática de infraestructuras, decenas de miles de muertos», explicaba Beltrán en declaraciones difundidas por la propia institución. Este proceso se plasmó «en una declaración de Consejo de Gobierno, que fue, por cierto, consensuado con la Red Universitaria por Palestina, que luego se desmarcó de ella, en la que se establecía que la Universidad de Zaragoza, a partir de ese momento, no establecería ningún acuerdo con empresa o institución israelí mientras continuara la ofensiva en Gaza», apuntó el vicerrector.

Y a partir de ese momento, prosiguió con su defensa de la actuación de la institución académica, «si se daba el cese de la ofensiva, se exigiría que cualquier relación con una empresa o institución israelí estuviera precedida de una expresión clara del compromiso por la paz y por el derecho internacional humanitario». A continuación añadió que «por fortuna, y como las imágenes de júbilo en la franja de Gaza pusieron de manifiesto, la ofensiva en ese territorio palestino ha cesado y por lo tanto, entramos en el segundo escenario que marcaba Consejo de Gobierno», obviando que las operaciones militares israelíes han continuado de forma violenta cambiando el foco hacia Cisjordania y dejando a un lado lado el mantenimiento del sistema de apartheid impuesto por el estado colonial hacia la población palestina o cualquier responsabilidad del conjunto de las instituciones sionistas sobre la comisión de un delito de genocidio en Gaza.

«Una vez que cese la ofensiva, cualquier tipo de relación con una empresa o extinción israelí exigirá una previa declaración de compromiso por la paz con el derecho internacional humanitario», reafirmó en sus declaraciones. En relación al evento añadió que «es un Congreso de Medicina, no es un congreso organizado por la Universidad de Zaragoza, es un congreso organizado por el IIS (Instituto de Investigación Sanitaria Aragón), que depende del Gobierno de Aragón y que nos solicitó la celebración en el Paraninfo de esas sesiones a cambio de una prestación económica pagada por el IIS», prosiguió en su explicación. De nuevo se pasó por alto que el evento fue organizado por una empresa israelí con la participación directa de una institución gubernamental sionista (como lo es el Centro Médico Sourasky). Dicha institución era impulsora, junto al IIS, de esta iniciativa que los colectivos solidarios con palestina han tildado de «blanqueamiento sanitario» del régimen de apartheid israelí. En ese mismo sentido Beltrán afirmó que se trató de «un congreso de elevado nivel en el que efectivamente hay presencia de médicos israelíes, también de médicos palestinos, invitados precisamente por esos médicos israelíes».

La propia imagen difundida por la organización demuestra la participación directa del Centro Médico Sourasky (Ichilov) junto al Instituto de Investigación Sanitaria Aragón en la promoción del evento.

«Y a la vista de que es una cuestión sensible, hicimos llegar a los organizadores la sensibilidad de la Universidad de Zaragoza en relación con este asunto y se advinieron a leer en rueda de prensa una declaración en la que, aparte de explicar el congreso, precisamente manifestaban su compromiso con la paz y su compromiso con el derecho internacional humanitario», en referencia a un mero formalismo que en nada supone, para quien lo realiza, compromiso alguno con las defensa de los Derechos Humanos, el necesario esclarecimiento de las responsabilidades por los horribles crímenes del sionismo en Gaza o crítica alguna del sistema de discriminación étnico-religioso establecido por Israel.

Como conclusión el vicerrector manifestó que «la Universidad de Zaragoza no ha organizado esto, simplemente ha cedido instalaciones, que esas instalaciones han sido pagadas por el IIS y que los organizadores del congreso han cumplido con la norma que Consejo de Gobierno había establecido». Y añadió como broche que «evidentemente, a partir de ahí puede haber personas que consideren que es intolerable que haya aquí una persona procedente de Israel. Están en su perfecto derecho, pero la Universidad de Zaragoza en ningún momento ha decretado medida alguna contra personas. Hemos hablado siempre de instituciones, de empresas, y eso es lo que le puedo decir a este respecto». Esta afirmación, que parece señalar que el evento fue «organizado por personas» y sin participación institucional sionista, queda en contradicción con la propia imagen del evento e incluso por la propia cartelería dispuesta en las instalaciones universitarias en las que aparece el logo de la institución médica gubernamental israelí junto al del IIS.

Una foto difundida en internet en la que se aprecia como la cartelería usada en el Paraninfo incluye el logo de la institución médica israelí.

«Que prosiga la ocupación, el apartheid y la limpieza étnica»

Preguntados por AraInfo, en relación a las explicaciones ofrecidas por el vicerrector, portavoces de la Red Universitaria por Palestina (RUxP) creen que el Rectorado «renuncia a tomar en cuenta los argumentos que se les ha hecho llegar durante el último año y medio. Y eso demuestra irresponsabilidad y desprecio por el marco legal dictado desde la Corte Internacional de Justicia, la Asamblea General de Naciones Unidas, la normativa internacional a la que el Estado español se adscribe y la propia Constitución española, por las obligaciones que ese marco impone, por los propios estatutos de la Universidad y por las premisas más básicas de la justicia universal, el antirracismo y el anticolonialismo».

Desde la red apuntan que «lo que sí parece preocuparles es dejar claro que el dinero recibido por la universidad con motivo del congreso Medicine 2044 no procede del Tel Aviv Souraski Medical Center (Ichilov) ni de la empresa Comtec (con sede en Rothschild Boulevard, localización de poético nombre en Tel Aviv), sino del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS), la otra institución aragonesa implicada». En relación a esta cuestión señalan no entender «qué tiene de relevante ese dato a efectos de lo que denunciamos. ¿Era mejor cobrar de un instituto sanitario público aragonés que directamente de instituciones israelíes para albergar un congreso con organización, participación y representación del estado genocida de Israel?». Con un tono que suena a decepción, han añadido que «o no entienden nada, o no quieren entenderlo, o no les importa. O las tres opciones son correctas».

«Nos queda claro que a este rectorado no le gusta hablar de respeto a los derechos humanos y aún menos le gusta pensar en tomar las medidas efectivas a las que obliga ese respeto. Si el Rectorado que llegue mantiene esta línea, habrá que acabar pidiendo, no por justicia sino por coherencia, la retirada de toda alusión a los derechos humanos en los Estatutos de Unizar», sostiene repitiendo algo que ya apuntaba la carta entregada al rector de la Universidad de Zaragoza.

En su valoración de la respuesta del Rectorado terminan señalando que «el vicerrector lo ha dejado claro todo», para la Red Universitaria por Palestina «lo que ha hecho la Universidad de Zaragoza al respecto del genocidio es emitir o firmar comunicados». Con un tono que destila sorna han añadido que «en esa misma línea, hay una cosa muy bonita en la declaración del vicerrector: cuando explica la condición consensuada en la CRUE (expresar un firme compromiso con la paz y el derecho internacional humanitario) y cómo todo se resuelve con la lectura de un mensaje en la apertura del Congreso». Los portavoces de la red han querido recordar que «poco después de que la CRUE aprobara ese comunicado», en un artículo publicado por Arainfo vaticinaron lo que ha acabado ocurriendo:

– Hola, instituciones de un estado ocupante que saquea y masacra violando docenas de resoluciones de Naciones Unidas, que tritura la Carta de Naciones Unidas en el estrado de la sede de Naciones Unidas, que asesina a lxs trabajadorxs de Naciones Unidas, que niega la entrada en el territorio ocupado por su estado a lxs relatorxs de Naciones Unidas, que bombardea y quema las instalaciones de Naciones Unidas y amenaza a los jueces de los altos tribunales de Naciones Unidas, ¿expresan ustedes un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario?

– Sí, por supuesto.

– Muy bien, que prosiga la ocupación, el apartheid, la limpieza étnica y lo que sea.


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