
ARGENTINA. Es Santiago
Cuarenta años atrás cuando los simpatizantes y militantes de la izquierda comenzaron a ser detenidos, torturados y desaparecidos, los sicarios del fascismo decían a los familiares que sus hijos y nietos estaban de joda (de fiesta) que cualquiera sabe dónde están, que los buscaran en los boliches y en el extranjero. Incluso lanzaron una campaña publicitaria con el eslógan “los argentinos somos derechos y humanos” en respuesta a lo que era una evidencia: la violación de los derechos humanos con prácticas que bebían directamente de los nazis.
Hoy, la detención y asesinato de Santiago Maldonado, ha traído consigo las mismas mañas. Una cadena de políticos- basura que ante la desaparición de Santiago salían a sus medios de desinformación masiva a decir lo mismo: “está en Chile”, “lo vieron en una fiesta en Viña del Mar”, “lo esconden los mapuches…” o el conocido “miren la pinta que tiene”, “se metió en líos”, “es anarquista”… . El fascismo cambia de generación pero no de argumentario ni de mañas. Su ideario es aplicar el terror y lanzar montañas de basura para que sus acólitos coman y vomiten.
Santiago Maldonado fue asesinado. Macri y su mafia tienen otro cadáver encima de la mesa. Siguen chupando importado en Punta del Este pero la historia no ha terminado.