Reportaje: #NoG20, una semana en Hamburgo. Aún hay compañer@s represaliados.

Reportaje: #NoG20, una semana en Hamburgo. Aún hay compañer@s represaliados.

Ha pasado más de un mes desde que el G20 se reunió en Hamburgo y miles de personas protestaron en contra de sus políticas. Decenas de ellas todavía siguen arrestadas en prisión preventiva sin acusaciones concretas, como es el caso del bilbaíno David Rincón preso en la cárcel de billwerder. En Hamburgo la represión contra el movimiento anarquista y autónomo se ha intensificado, desalojando la okupa Teppichfabrik y hostigando el Rote Flora. Traducimos un reportaje, no exento de autocrítica, del medio contrainformativo Enough is Enough, que realizó una intensa cobertura diaria en su momento, sobre la semana de movilizaciones en Hamburgo.

Después de estar bajo asedio durante semanas, el ejército de policías y las delegaciones de los Estados miembros del G-20 finalmente partieron de Hamburgo. Aparte de la resistencia necesaria y legítima contra la injusticia social y el capitalismo, es importante saber que el Estado alemán hizo todo lo que pudo para intensificar las protestas contra el G20. Se podría decir que el estado utilizó la cumbre del G20 para comprobar hasta dónde pueden llegar. Es temprano para decir cómo se desarrollarán las cosas en los próximos meses, pero el hecho es que los políticos están tratando de utilizar los enfrentamientos en Hamburgo para ir tras todo lo que ellos consideran como la izquierda. Para este artículo utilizamos mucha información de nuestros seguimiento en vivo, un artículo de la revista Lower Class y otras fuentes confiables. Por último, si bien no menos importante; los resultados de la cumbre demuestran que la élite global está dividida; por primera vez no consiguieron ponerse de acuerdo sobre una declaración final que incluyera todas las cuestiones tratadas.

Conflictos en el districto de Schanze el 7 de julio (imagen: Lower Class Magazine)

Publicado por Enough is Enough. Traducción Alasbarricadas.

Muchas personas se sorprendieron de que el gobierno alemán decidiera acoger esta cumbre del G20 en la ciudad de Hamburgo. Hay muchos grupos autónomos y de izquierda activos en la ciudad portuaria. Así que las protestas se esperaban desde el principio. En los meses previos a la cumbre, los políticos afirmaron que no habría zonas de prohibición para las protestas, el alcalde Olaf Scholz incluso dijo que la cumbre del G20 sería «un festival de la democracia». Desde el principio, la desinformación formaba parte de la estrategia de la clase dominante alemana, que parece vivir en una sociedad paralela que se aleja cada vez más de la vida real.

En las semanas previas a la cumbre del G20, un ejército de policías ocupó Hamburgo. Diariamente la gente era controlada al azar por la policía y los helicópteros sobrevolaban la ciudad. La atmósfera en la ciudad cambió, surgió un creciente enojo, incluso muchos votantes conservadores de la CDU querían que los policías se fueran. A finales de junio empezaron a llegar los primeras activistas de fuera de Hamburgo y más allá de las «zonas de protesta prohibida», quedó claro que la estrategia del Estado era desmovilizar y obstruir las protestas contra el G20 atacando su infraestructura. Lasautoridades policiales indicaron una y otra vez que no permitirían que se establecieran los campamentos donde se pudiera dormir, comer, debatir y descansar, sabiendo que esos campamentos son un elemento clave para las protestas que duran varios días.

El 1 de julio, un caravana de Wendland (Alemania) fue detenida y registrada por la policía en Hamburgo-Harburg. Después de más de 3 horas los policías anunciaron que no permitirían que el convoy se dirigiera al districto de Schanze (primer tweet de abajo). Aunque las zonas de prohibición roja y azul aún no estaban en vigor, los policías ya estaban empezando a restringir la libertad de movimiento. Esta fue una de las primeras acciones represivas contra los activistas contra el G20 en el que la policía llevó a cabo una actuación contraria a la ley. En realidad no es sorprendente, pero la forma en que la policía violó de forma abiertamente y de forma reiterada las leyes antes incluso de que las protestas comenzaran fue el prefacio de lo que estaba por venir.

Polizei verweigert Treck Einreise/Weiterreise in die Schanze und wollen St. Georg als Ziel durchsetzten. #yeswecamp #NoG20 Stay Tuned!

— Antikap. Protestcamp (@Antikap_Camp) July 1, 2017

En la noche del 1 al 2 de julio, el tribunal administrativo de Hamburgo decidió que las autoridades policiales debían permitir que las tiendas hicieran noche en el campamento de protesta de Elbpark Entenwerder tras el veredicto del tribunal constitucional a principios de esa semana. El 2 de julio a las 12:00 del mediodía el tribunal declaró que los activistas podían comenzar a construir el campamento. Pero los policías decidieron ignorar el veredicto del tribunal y bloquearon el camino a Elbpark Entenwerder a las 11:45 de la mañana.

11:45 ist der Weg zum Entenwerder mit zwei Wannen versperrt. Im Billwerder Neuer Deich stehen noch mind 20 «versteckt»#yeswecamp #nog20

— Sorgenbrecher (@sorgistp) July 2, 2017

A las 12:28 del mediodía el abogado Klingner habló con activistas frente al parque Elbpark Entenwerder, que todavía estaba bloqueado por la policía, dijo que «esto es un ataque al el poder judicial». Poco después, los activistas comenzaron a construir un campamento en la calle frente al bloqueo de la policía. Durante el enfrentamiento entre policías y activistas frente a la entrada de Elbpark Entenwerder, los policías, con equipación de antidisturbios completa, robaron violentamente un escudo con el texto «Dudde you old toilet brush» (Dudde, tu vieja escobilla de water -Hartmut Dudde es el jefe de policía encargado de la seguridad del G20 en Hamburgo). Un poco más tarde repitieron esta acción después de que los activistas trajeran un nuevo escudo con el mismo texto. A las 14:47 horas, representantes de las autoridades locales llegaron al lugar para negociar con los organizadores del campamento. A las 03:00 de la tarde las negociaciones terminaron debido a que las autoridades locales ignoraron el veredicto del tribunal al negarse a permitir que durmieran en las tiendas y concedieran sólo la mitad del espacio para el campamento. Los organizadores del campamento tuvieron que rechazar esta «oferta» ilegal. Pero los activistas decidieron quedarse en la calle.

Und zack wieder kommen die behelmten und klauen es #NoG20 #nog20hhpic.twitter.com/6oMC0tKi18

— Marcus Watch (@Der_alles_seher) July 2, 2017

El mismo día también hubo una manifestación reformista en el centro de la ciudad de Hamburgo. Después de la manifestación, la gente comenzó a construir un campamento de protesta en la plaza frente al ayuntamiento. A las 8:00 de la tarde la policía empezó a desalojar ese campamento. Poco después, los policías abandonaron su bloqueo a la entrada del Elbpark Entenwerder. Inmediatamente la gente entró en el parque y comenzó a construir el campamento de protesta.

La policía recula. La gente puede entrar en el parque. La construcción comienza de nuevo. Vaya drama. #ACAB #NoG20 #YesWeCamp @Antikap_Camp pic.twitter.com/EksmatLedo

— Contre G20 (@NoG20fr) July 2, 2017

Pero la policía siguió ignorando el veredicto del tribunal. Aunque finalmente permitieron que la gente construyera el campo de protesta, las autoridades policiales declararon que no permitirían que las tiendas pasaran la noche en Elbpark Entenwerder. Una y otra vez, los portavoces de la policía declararon que nunca permitirán un campamento de protesta donde los «rebeldes militantes» puedan retirarse, comer, dormir y coger fuerzas. Siguieron haciendo declaraciones como esta aunque sabían que esto no era otra cosa que rebelarse contra el poder judicial. No queremos celebrar aquí el veredicto de la corte, pero es importante saber que los políticos y Duddhe, el director de la operación policial del G20, violaron abiertamente el estado de derecho que pretenden proteger. Alrededor de una hora después de que los policías abandonaran su bloqueo, amenazaron con desalojar el campamento nuevamente. Alrededor de las 11:00 de la noche cientos de policías antidisturbios plenamente equipados asaltaron el campamento para confiscar 11 tiendas de campaña. La periodista Marteimer informó que varias personas, entre ellas varias periodistas, resultaron heridas durante la operación policial en Entenwerder. Tiraron su tarjeta de prensa y la golpearon en el vientre. También recibió spray de pimienta. Un operador de cámara fue amenazado por un policía: «Grábeme y pillas». Cuando Marteimer le preguntó a un portavoz de la policía por qué ella y otros periodistas fueron atacados, dijo: «Sí, ¿Y? No puedo hacer nada al respecto.» Las autoridades policiales solicitaron al tribunal un nuevo veredicto y declararon que CONSIDERARÍAN respetar un nuevo veredicto. Esto es algo sin precedentes en Alemania.

Mehrere Verletzte bei Polizeiaktion in Entenwerder. Mir wurde Presseausweis weg- & in Bauch geschlagen, Pfefferspray ins Gesicht #G20HAM17

— marteimer (@marteimer) July 2, 2017

Varias personas fueron detenidas durante la acción violenta de la policía y de las personas heridas una lo fue de forma grave y fue llevada a la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Hamburgo. Esta persona todavía está en coma inducido. Todo esto pasó días antes de que la primera piedra fuera arrojada. Las acciones y declaraciones de las autoridades estatales y sus representantes dejaron claro que intensificarían sus acciones. Hicieron todo lo posible para suprimir cualquier tipo de protesta, incluyendo protestas pacíficas. La opinión pública se estaba volviendo ahora contra las acciones violentas e ilegales de la policía y el Ministerio del Interior de Hamburgo. Aunque las autoridades no cambiaron su postura, los activistas no se dieron por vencidos y publicaron una declaración con un ultimátum exigiendo que se les permitiera construir campamentos antes del 4 de julio a las 10:00 de la mañana o en ese momento comenzarían a construir campamentos por todo Hamburgo.

Una persona herida en la unidad de cuidados intensivos del hospital. #ACAB #NoG20#Entenwerder #YesWeCamp #Hamburg https://t.co/aZFUjadn8b

— Contre G20 (@NoG20fr) July 2, 2017

La hora del ultimátum pasó sin ninguna reacción de las autoridades locales. Algunas iglesias permitieron a la gente construir campamentos en su propiedad. El teatro «Schauspielhaus» ofreció lugares para dormir después de ser ocupado y el club de fútbol St. Pauli permitió a la gente dormir en su estadio. Aunque los policías antidisturbios desalojaron violentamente un campamento de protesta cerca del parque Wohlers (video abajo), fue una gran derrota para el estado y sus lacayos en uniforme.

En la tarde del 5 de julio, los tweets circulabas con que las autoridades locales no impusieron ninguna estipulación a los organizadores de la manifestación anticapitalista Wellcome to Hell (Bienvenidos/as al infierno). El director de las operaciones policiales del G-20, Dudde, también fue responsable del ataque policial contra la manifestación de Rote Flora en 2013. Cada vez más personas se dieron cuenta de que Dudde no permitiría la marcha de Wellcome to Hell. Por la tarde, los policías volvieron a atacar a personas pacíficas que básicamente estaban de fiesta en Hamburgo durante y después de la manifestación «Rave against G20». Teniendo en cuenta la cantidad de gente que había y los ataques de la policía en curso, las cosas estaban sorprendentemente pacíficas del lado de los manifestantes.

El 6 de julio la manifestación de Wellcome to Hell quería marchar en el centro de Hamburgo. A las 4:00 de la tarde varios miles de personas comenzaron a reunirse en Fischmarkt. La multitud estaba creciendo rápidamente, alrededor de 20.000 personas fueron a la manifestación. Después de varios discursos y música en vivo, el bloque delantero con una pancarta de Wellcome to Hell comenzó a alinearse a las 7:00 de la tarde. El frente de la manifestación estaba formado por un bloque negro de unas 2000 personas. Muchas personas con máscaras pero pacíficas, ni siquiera se tiraron petardos. Incluso alguien que había bebido mucho alcohol y tirado una botella fue excluido del bloque negro. Detrás del bloque delantero miles de personas estaban esperando para iniciar el largo fin de semana de protestas contra el G20. La gente comenzó a marchar pero no llegó lejos, los policías detuvieron la manifestación después de unos 50 metros. 4 cañones de agua y muchos, muchos, escuadrones de antidisturbios frente y al lado de la manifestación intimidaron y amenazaron a los manifestantes. Al principio, los policías estaban dispuestos a negociar: «Quítaos las máscaras y podréis marchar.» De hecho, una gran parte del bloque negro se quitó sus máscaras, pero en lugar de permitir que la manifestación continuara, los policías de repente la atacaron con muchos escuadrones antidisturbios y cañones de agua sin ninguna advertencia. Patearon, golpearon y rociaron con pimienta. Los policías antidisturbios enmascarados comenzaron una orgía de violencia de una manera que, y eso no es una exageración, no habría sorprendido a nadie que estuviera presente que hubieran causado alguna muerte. Después de que los policías dispersaran violentamente a la multitud, comenzaron a cazar gente alrededor de Fischmarkt. Durante estas escenas de caza, la gente comenzó a defenderse por primera vez después de días llenos de violencia policial. Botellas y piedras fueron arrojadas a los escuadrones que estaban cargando. Cientos de personas resultaron heridas durante este ataque policial, algunas de forma grave. Era un acto legítimo y necesario de autodefensa.

Fue interesante ver que los policías no parecían tener un plan para manejar el flujo después del ataque. Miles de personas se dirigieron a otras partes del centro de la ciudad, donde otros ya estaban en la calle. La policía comenzó a perder el control. Los primeros enfrentamientos tuvieron lugar por la noche, se reventaron los primeros escaparates y fueron incendiados los primeros coches. Teniendo en cuenta la escala y la brutalidad del ataque policial contra la manifestación, estos primeros enfrentamientos no fueron realmente grandes.

En la mañana del 7 de julio un grupo de unas 100 personas atacó varias furgonetas policiales, tiendas y bancos del distrito de Altona. Varios coches fueron incendiados. Un testigo ocular declaró a NDR (televisión pública de Hamburgo) que la policía seguía al grupo enmascarado y que le daba la impresión de que la policía no quería interferir.

Al mismo tiempo la gente intentó bloquear el puerto y la llamada «zona roja». Desde diferentes puntos de Hamburgo la gente comenzó a marchar hacia los lugares donde querían bloquear la cumbre del G20. Aunque estas marchas y bloqueos eran pacíficos, de nuevo los policías no permitieron ningún tipo de protestas. Incluso fuera de la «zona roja» los policías se detuvieron y golpearon sin piedad a todos los manifestantes que pudieron. Los manifestantes del campamento de Hamburgo Altona tuvieron que lidiar con al menos 15 personas que resultaron gravemente heridas tras un brutal ataque de matones en uniforme. Policías antidisturbios estaban cazando gente y varias personas trataron de escapar subiendo a un andamio. Los matones de uniforme empujaron al resto de los manifestantes contra el andamio que se derrumbó. Al menos 15 personas resultaron gravemente heridas;  brazos, piernas y tobillos rotos. Por las mañana, el ministro alemán de Hacienda, Wolfgang Schäubele, tuvo que cancelar una reunión del G20 debido a los bloqueos. Melania Trump no pudo participar en el programa de socios del G20 y una delegación japonesa fue bloqueada y tuvo que regresar a su hotel.

Por la tarde, miles de personas comenzaron a reunirse en Millerntor para la segunda ola de bloqueos. La gente quería marchar hacia el auditorio Elbphilharmonie, donde los jefes de Estado del G20 querían disfrutar de Beethoven y beber champán. Otra vez policías atacaron a manifestantes pacíficos para evitar cualquier tipo de protesta. La gente fue golpeada con porras, rociada con pimienta y pateada. Los policías se estaban volviendo locos de una manera que sorprendería hasta los hooligans europeos. A partir de ese momento la gente comenzó a defenderse de nuevo, con el fin de mantener a la policía a distancia. Todo esto ocurrió antes de los enfrentamientos masivos del viernes por la noche. Antes de que las tiendas fueran saqueadas y antes del despliegue de escuadras SEK con ametralladoras. El video a continuación muestra la sociedad paralela en la que viven los jefes de Estado.

El viernes por la noche, los policías se enfrentaron a la primera respuesta masiva y militante en Pferdemarkt y el distrito de Schanze. De nuevo la policía antidisturbios estaba cazando gente en Pferdemarkt, activistas con la cara tapada comenzaron a construir barricadas y atacaron a los policías y cañones de agua. La gente luchó: determinada, organizada y una y otra vez. Primero obligaron a los policías a abandonar el distrito de Schanze y más tarde los policías se vieron obligados a retirarse al límite de Pferdemarkt. Inmediatamente la gente aseguró las calles con barricadas después de haber expulsado a los policías. La resistencia determinada también fue capaz de mantener los cañones de agua a distancia. Una y otra vez los policías trataron de recuperar esas calles, pero sin éxito. Los escuadrones antidisturbios que fueron enviados tuvieron que retirarse varias veces después de ser atacados con piedras y botellas por activistas con la cara tapada. Un poco más tarde, la primera tienda fue saqueada. Las primeras tiendas que fueron saqueadas eran blancos claros; REWE (cadena de supermercados en Alemania), Budnikowsky, una boutique, una tienda Carhart y una tienda 02. Ninguno de ellos eran tiendas establecidas desde hace tiempo en el distrito de Schanze, sino parte de la gentrificación en curso en el barrio. Pero a partir de ese momento las cosas empezaron a salir mal. En lugar de destruir las botellas con alcohol en las tiendas que fueron saqueadas (algo importante en situaciones como esta), la gente las tomó y comenzó a beber. Con alcohol gratis corriendo, otras personas llegaron al distrito. Cada vez más grupos de activistas organizados se retiraban y en cambio había cada vez más espectadores, machistas y borrachos en las calles. Después de que los grupos organizados dejaran la zona, incluso algunos fascistas aparecieron en el distrito de Schanze, normalmente un área prohibida para ellos. Los ataques contra la policía se volvieron desordenados, atrevidos e inútiles. Los gritos con palabras obscenas empezaron a proliferar y algunos periodistas fueron atacados. A partir de ese momento, los policías pudieron retomar fácilmente el distrito de Schanze sin necesidad de ningún escuadrón especial con ametralladoras. Ya no había grupos organizados para defender el distrito contra los policías. Había mucha gente en el área alrededor de Rote Flora, pero la mayoría de ella estaban de fiesta, otra estaba sentada en grupos charlando. Mucha gente bailaba con música que salía de las ventanas abiertas de los vecinos. La policía estaba observando la situación desde una distancia y desde el aire y decidió no interferir. En otras palabras; la policía observó que la gente comenzó a saquear pequeñas tiendas y las personas que estaban borrachas empezaban a atacar a los vecinos. Finalmente, después de horas, los policías comenzaron a limpiar el distrito de Schanze. El despliegue de las escuadras alemanas de la SEK y de los escuadrones Austrian Cobra con ametralladoras no fueron necesarios, que fueron probablemente la razón por la que las autoridades de policía «pidieron» a periodistas no filmar la operación de la policía. También «pidieron» a los periodistas no tomar fotos. Hay informes de que policías de SEK y Cobra llegaron a apuntar con sus armas a vecinos y periodistas (link de Facebook). La operación policial no duró mucho tiempo y ya no hubo ninguna resistencia seria.

El incremento de la violencia ordenado por las autoridades policiales y los enfrentamientos masivos de la noche anterior no asustaron a 75.000 personas (algunos informes incluso estimaron que más de 100.000) para llegar a la última manifestación NoG20. Las policía atacó un enorme bloque kurdo debido a una bandera gigante de las YPG (que está prohibida en Alemania), pero tuvieron que retirarse nuevamente y la gente pudo continuar la marcha, más bien pacífica, con la bandera de las YPG.

La cumbre del G20 no tuvo resultados espectaculares. China, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, los mayores exportadores mundiales de armas, forman parte del G20. En el documento final de la cumbre del G20 en Hamburgo se habla de lo que el G20 denomina «migración forzada»: «Buscamos abordar las causas profundas del desplazamiento». Pero, por supuesto, eso no significa que los Estados miembros del G20 vayan a dejar de exportar armas, por ejemplo, al oriente próximo. El capitalismo tiene muchas víctimas a sus espaldas. Las políticas neoliberales del G20 causan pobreza en muchas partes del mundo, que no sólo están obligando a las personas del sur a emigrar, sino que también crean un número creciente de personas marginadas en el norte. Si tomamos en serio las palabras del G20, las últimas líneas del documento final de la cumbre del G20, similares a la frase anterior, parecerían una petición para abolir las causas de la «migración forzada», que sólo puede significar que tenemos que abolir el capitalismo. Debemos seguir trabajando en ello.

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