Negociación primer convenio colectivo Vestas Eólica.

Negociación primer convenio colectivo Vestas Eólica

Desde la sección sindical de Intersindical de Aragón (IA) se informa del resultado de las votaciones «on line» en la que han podido participar 189 técnicos de mantenimiento preventivo y 3ª parte:

De 189 trabajador@s  que podían participar, lo han hecho 102.

• Trabajador@s que han votado SI al Preacuerdo firmado……. ……………9
• Trabajador@s que han votado NO al Preacuerdo firmado ………………91
• Trabajador@s que han votado EN BLANCO al Preacuerdo firmado…..2

El resultado indica que hay una mayoría determinante de los trabajador@s de preventivo y 3ª parte, a favor del NO al preacuerdo firmado por CC.OO, UGT y USO.
Este resultado indica, que la mayoría de los trabajadores que han participado en la votación “on line”,  no quieren este preacuerdo,  por ser totalmente perjudicial  e injusto para un colectivo determinado de trabajadores de Vestas Eólica, en este caso el colectivo de preventivos.  Así también lo indican la mayoría de los 69 comentarios que han realizado los participantes en esta votación.

 

 

 

La empresa Vestas Eólica ha estado negociando durante los últimos meses con la representación de los trabajadores el primer convenio colectivo desde que se instalo en España. Esta empresa se dedica al sector de las renovables y el convenio pretende regular la actividad del mantenimiento de las turbinas eólicas, esas que vemos poblar nuestro paisaje.

La empresa ante la necesidad de simplificar y unificar las condiciones laborales para todos los trabajadores en territorio nacional (curiosamente deja fuera a los de Madrid) llamó a los sindicatos que representaban a sus trabajadores y les trazó las líneas sobre las cuales debía realizarse la negociación, unas líneas que nada tienen que ver con los excelentes resultados económicos presentados por la compañía.

Se formó una mesa negociadora de 13 miembros en la que participaron UGT, CCOO, USO e Intersindical de Aragón (IA), estos dos últimos invitados a fin de representar una mayor participación. Los principales sindicatos, UGT, CCOO y USO tal como nos tienen acostumbrados, acataron sin más la imposición de la compañía y solo el representante de IA presentó otro escenario en el que podía iniciarse la negociación.

Como no, la empresa desestimó la plataforma presentada por IA y aceptó la de los sindicatos mayoritarios y que tenía como inicio la aceptación de unas duras condiciones para uno de los colectivos que forman el mantenimiento, más concretamente el preventivo. La medida incluye una flexibilidad incompatible con la conciliación familiar a cambio de unos euros.

Los sindicatos UGT, CCOO y USO no informaron de la marcha de las negociaciones y solo gracias al representante de IA los trabajadores pudieron estar informados. El hecho de informar del papel que estaban jugando estos sindicatos motivó que estos cargasen de forma sectaria y vergonzosa contra él, excluyéndolo de toda negociación de la parte social pero les obligó a cumplir con la función que tiene un sindicato y que es la de informar.

Tras varias reuniones en las que lo sustancial permaneció inamovible, alcanzaron un preacuerdo, de los 13 miembros de la parte social, 12 votaron a favor (UGT, CCOO y USO) e IA en contra por considerarlo lesivo e injusto para un colectivo.

La empresa no escatima medios y proporciona lo necesario a UGT, CCOO y USO para vender el “éxito” conseguido a los trabajadores en asambleas por toda España. La idea es someterlo a votación a finales de marzo a todos los colectivos (Oficinas, correctivos, preventivos, logística) en lugar de lo expuesto por IA y que pidió que antes de continuar la negociación se consulte a los más afectados (preventivos).

Queda patente que vivimos unos tiempos en que el individualismo triunfa, se ha perdido la empatía, la solidaridad y la identidad de clase obrera, nos viene a la cabeza el poema de Martin Niemöller;

“Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”