China rechaza la patente de Sovaldi y le abre la puerta a la fabricación de versiones genéricas |
Publicado en CAS Madrid
BEIJING, julio 8: Las autoridades reguladoras de ese país consideraron que el fármaco no es “lo suficientemente innovador”, y rechazó su patente. El laboratorio Gilead aclaró que se trata para la versión profármaco, por lo cual considera que no hay posibilidad de fabricar versiones genéricas. Se abre la puerta a una “batalla judicial” para zanjar la disputa.
La pelea por bajar el precio de los nuevos medicamentos contra la hepatitis C tuvo un fuerte espaldarazo esta semana. En China, las autoridades reguladoras del mercado farmacéutico rechazaron la patente del fármaco, por considerar que no es “lo suficientemente innovador” como para darle exclusividad al laboratorio productor Gilead. La medida le abre la puerta a la producción genérica del tratamiento, que tiene altas tasas de curación, pero que puede llegar a costar hasta mil dólares la pastilla. La farmacéutica adelantó que recurrirá a la justicia, por lo que se espera una verdadera “batalla legal”.
Las autoridades chinas confirmaron que rechazan la patente para el medicamento Sovaldi por no considerarlo “suficientemente innovador”, dejando abierta la puerta para la aparición de versiones genéricas. La solicitud rechazada corresponde al formato en profármaco de Sovaldi (nombre comercial de sofosbuvir), es decir, cuando el medicamento está en forma inactiva, para luego convertirse en un compuesto químicamente activo una vez en el cuerpo.
En consecuencia, para el laboratorio no ha sido habilitada la fabricación de versiones genéricas, tal como sostienen organizaciones sociales que alientan una campaña internacional contra la patente de Sovaldi. Además, la farmacéutica estadounidense se prepara para librar una batalla legal por la patente de Sovaldi en China, anticiparon los voceros de la empresa, al notificarse del rechazo emanado de las autoridades reguladoras.
Quienes se entusiasmaron con el fallo fueron las entidades que trabajan por un mayor acceso a los fármacos. “Ahora, la protección de la patente se debilita considerablemente”, afirmó Tahir Amin, director de la Iniciativa de Medicamentos, Acceso y Conocimiento (IMAK), que ya había saludado en enero pasado la decisión de India de no conceder la patente de Sovaldi, por motivos similares a los de China.
IMAK también motorizó una campaña contra Sovaldi en Brasil, donde Gilead ofreció el medicamento con un descuento de 7.500 dólares, sobre el precio total del tratamiento que oscila en 84 mil dólares.
El escándalo por el valor de Sovalti comenzó en España, donde hay unos 30 mil pacientes que necesitan de manera urgente alguno de los nuevos medicamentos. Se trata, informó la Asociación Española del Estudio del Hígado, de personas con fibrosis avanzada, cirrosis, en lista de espera para un trasplante o ya trasplantados. Sin embargo, el Ejecutivo ha dicho que sólo se van a atender de manera urgente a alrededor de 6 mil pacientes. Antes de que explotara el escándalo, la seguridad social española entregaba estos medicamentos a 700 pacientes.
Ante esto, la ONG Consumidores en Acción (FACUA) reclama al gobierno “que deje de poner en riesgo la vida de los enfermos descargando la responsabilidad sobre los gobiernos autonómicos o sobre un comité de expertos con vínculos con la industria farmacéutica” (comunicado disponible en www.facua.org).
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