Un muro humano protege a los tres jóvenes vascos condenados a seis años de cárcel

Un muro humano protege a los tres jóvenes vascos condenados a seis años de cárcel

Ocho mil personas se manifiestan en Vitoria-Gasteiz para rechazar la condena de la Audiencia Nacional contra siete jóvenes por su militancia política en Segi.

, La Directa
 
Manifestación en Gasteiz este mediodía. / Aske Gunea

Pañuelos, pintura, pelucas y máscaras. Un grito unánime teñido de color naranja. A las doce del mediodía miles de personas han arrancado una marcha desobediente por las calles del centro de Vitoria-Gasteiz. Lo han hecho detrás una pancarta con el lema “basta ya de políticas de excepción”, en respuesta a una convocatoria del movimiento Eleak. Encabezaban la manifestación familiares y amigos de los siete jóvenes condenados y algunos de las veintiuno que la Audiencia Nacional española ha absuelto en el mismo proceso judicial. “Hoy estamos aquí para denunciar la sentencia contra siete jóvenes vascos, para mostrar nuestro apoyo”, ha afirmado ante los medios un portavoz de la organización, que ha querido dejado claro que “esto es un ataque contra todos nosotros”.

Hace once días, cuatro de los siete últimos condenados por su pertenencia a la organización juvenil Segi, ilegalizada en 2001 por Baltasar Garzón, fueron detenidos por agentes de paisano de la Ertzaintza. “Las detenciones han sido totalmente ilegales porque no había auto de prisión ni se había comunicado”, ha afirmado un miembro de Eleak, recordando que las detenciones se ordenaron, de manera excepcional, antes de hacerse pública la sentencia. Los abogados de estos cuatro jóvenes, que actualmente se encuentran en prisión preventiva en centros penitenciarios del País Vasco, han presentado denuncias al juzgado por “detención ilegal” y han anunciado que presentarán recurso al Tribunal Supremo contra una sentencia que todavía no es definitiva. Los tres jóvenes que continúan en libertad consiguieron evadir la detención y han estado escondidos hasta el día de hoy. Esta mañana los tres se han unido a una movilización que ha sido masiva, camuflados entre las miles de manifestantes disfrazados para la ocasión para dificultar su identificación.

Muro naranja

Durante más de una hora y media una marea naranja ha avanzado por las calles de la capital alavesa con gritos de “adelante la juventud vasca”. A la una y media la cabecera ha llegado a la céntrica plaza de la Verge Blanca, que rápidamente ha quedado repleta de manifestantes. Después de la lectura del manifiesto y varias intervenciones, decenas de jóvenes han colocado un andamio al lado del gran monumento situado en medio de la plaza, que ha quedado engalanado con pancartas de grandes dimensiones. Desde la megafonía que se ha montado sobre la estructura, una joven ha anunciado la presencia en la movilización de tres de los siete condenados, aquellos que todavía están en libertad. En aquel momento han estallado la alegría y la solidaridad en la plaza, tras las máscaras y pinturas usadas para dificultar la identificación de todos los participantes. Mientras la organización invitaba a todo el mundo a construir un muro popular que los proteja de una posible detención.

Durante media hora se han dado las consignas para actuar en esta acción de desobediencia civil masiva y “resistir todos juntos ante esta injusticia” y, a continuación, se ha llevado a cabo un ensayo. Minutos después ha tomado la palabra uno de los condenados, Igarki Robles, que no se ha mostrado ante el gentío que llenaba la plaza, pero ha agradecido el apoyo recibido y ha animado a los asistentes a seguir luchando. Los antidisturbios de la Ertzaintza, que han precedido y cerrado la marcha en todo momento con sus furgonetas, han hecho acto de presencia en una de las esquinas de la plaza. “Empieza la guerra psicológica, estemos tranquilos, esto será largo”, ha comentado por el micrófono una joven antes de poner música y distender el ambiente.

Espacio liberado

Por la tarde se han reactivado las comisiones que organizan el Aske Gunea (espacio liberado) en la plaza más emblemática de Vitoria-Gasteiz. Se han levantado varias carpas: difusión, asistencia jurídica, sanitaria, comunicación y cocina. Paralelamente, diferentes actuaciones musicales han amenizado la comida hasta que a media tarde se ha hecho un ensayo general, donde todos los participantes del muro han podido tomar conciencia de la acción que se llevará a cabo para responder a una más que probable intervención policial. Mientras se practicaba la formación del muro popular, Aiala, Bergoi e Igarki se han mostrado ante las centenares de personas que impulsan esta acción de desobediencia civil masiva. Los tres han limpiado sus caras de pintura y se han deshecho de pelucas y máscaras para pronunciar unas palabras de ánimo y coraje, antes de volver a desaparecer entre el muro humano que los protege. Centenares de personas continúan en alerta en la plaza, en una acción indefinida hasta una más que probable intervención policial durante las horas próximas.

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