El pasado 1 de septiembre, el Foro Palestina Libre de Zaragoza y la Plataforma contra la privatización de la sanidad, convocaron una concentración en Zaragoza, contra el genocidio del pueblo Palestino, por la libertad de Juana Ruiz, trabajdora de la salud y por la libertad de todas las personas presas que luchan por el territorio de las Palestinas y Palestinos. Publicamos manifiesto y fotos de la concentración.
Manifiesto
En la madrugada del 13 de abril 20 soldados israelíes irrumpieron en el domicilio de Juana Ruiz Sánchez en Beit Sahur (Belén), lugar en el que vive desde hace 30 años .
Como en cientos de casos fue detenida sin cargos y durante 3 semanas su familia no supo de ella.
Juana trabaja para HWC ( Comités de Trabajo para la Salud) , organización con la que colaboran varias ONGs españolas en parte financiadas tanto por el estado , como por la UE.
La ONG ha sufrido varios allanamientos e incluso la detención de responsables y trabajadores de la ONG, en varias ocasiones, una especialmente significativa un mes antes a la detención de Juana y la detención en el mes de Julio de Shatha Odeh, directora de la organización y especializada en salud reproductiva y salud mental.
Lo mismo ocurre con todas aquellas organizaciones que, cada cual desde su ámbito ( mujer, trabajo, educación, sanidad , presos…etc) resisten a la ocupación , cubriendo las deficiencias creadas por una fuerza ocupante que las teme porque pueden cohesionar y fortalecer una sociedad ahora dependiente y sometida, pero que lucha insistentemente por su libertad y autonomía , la sociedad palestina.
Juana es detenida bajo la figura legal de “Detención con propósito de interrogatorio” que aunque supone la no comunicación de cargos hasta un máximo de 75 días, no es la figura legal más escandalosa y arbitraria: “la detención administrativa” , detención sin cargos revisable de seis en seis meses indefinidamente y bajo “secreto de información”.
A Juana , como a todos los civiles palestinos en territorios ocupados ,se le aplica la legislación militar, bajo el pretesto de atentar contra “la seguridad de Israel” y es habitual el aplazamiento sistemático de comparecencia ante el Tribunal Militar.
Hoy tenía lugar el 4º aplazamiento, pero volvió ha haber un aplazamiento del aplazamiento, para mañana, 02/09. No habrá juicio sino solamente declaraciones delante de los abogados, fiscales y jueces.
Los aplazamientos son un hecho habitual y pueden llegar hasta el caso del juicio más largo de la historia de los presos palestinos, el caso de Halabi trabajador humanitario en la Gaza detenido en 2016 y sometido a 166 aplazamientos.
Nos unimos en este sentido a la campaña lanzada por Adamer (Asociación de Apoyo a Presos Palestinos) contra la detención administrativa:
- Liberación de las y los detenidas administrativos que hasta ese momento deben gozar de sus derechos reconocidos a nivel internacional.
- La derogación de la Ley de Encarcelameinto de Combatientes Ilegales, aplicada especial, pero no únicamente en Gaza.(Recordemos el derecho a la resistencia ante la ocupación.)
- La denuncia y reclamación de estas detenciones ante la U.E., con la que el estado sionista mantiene un supuesto “diálogo político”.
Recordemos que de los 4750 prisioneros en cárceles israelíes, 550 son producto de detenciones administrativas, 200 son niños, y 42 mujeres, según el informe de Adamer.
Finalmente se formalizaron los cargos contra Juana : vínculos con organización ilegal y desvío de fondos hacia dicha organización.
Las acusaciones son falsas pero hemos de aclarar que la organización a la que hacen referencia es el Frente Popular de Liberación Nacional, formación política de izquierdas creada en los años 60, con pequeña representación parlamentaria , pero con considerable prestigio social social y apoyo popular.
A instancias de Israel, por supuesto, el Frente está incluído en la lista de organizaciones terroristas de EE.UU y de su fiel vasallo , la Unión Europea.
Esa misma Unión Europea, a la que se une la relatoría de la ONU y hasta la OMS, en el caso de Shatha Odeh ,niega las acusaciones y reclama la libertad inmediata de Juana y de Shatah , en su caso.
Pero, ¿acaso se plantean es cuestionamiento a Israel? ¿su constante violación a los DDHH o a las convenciones internacionales?
Nosotros y nosotras exigimos la libertad de Juana, pero no olvidamos a sus compañeros y compañeras , víctimas de la represión ,de la violencia , del apartheid de un estado sionista respaldado por supuestos baluartes democráticos, entre los que se encuentra tristemente el nuestro.
Si la ciudadanía española conviene a Juana, bienvenida sea. Pero no olvidemos por lo que ella ha estado trabajando. Esta exigencia de libertad y reconocimiento de derechos no puede ser discriminatoria y debe extenderse a los y las que hoy son sus compañeros y compañeras.
El caso de Juana también muestra un sistema que atenta de manera sistemática contra la salud del Pueblo Palestino. Los Comités de Trabajo de Salud para los que Juana trabaja tenían 14 clínicas que, en el momento de su cierre y de la detención indiscriminada de sus miembros, trabajaban para paliar las consecuencias del Covid-19 y suministrar las correspondientes vacunas.
Como potencia ocupante Israel está obligado por la IV Convención de Ginebra a garantizar “…los servicios médicos y hospitalarios, así como la sanidad y la higiene públicas en el territorio ocupado…”.Sin embargo, la vida de la población palestina depende en gran medida de mecanismos y organizaciones internacionales.
En ese sentido, docenas de declaraciones y resoluciones internacionales señalan a Israel como potencia ocupante en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. En dichos territorios, unos 600.000 colonos israelíes viven en 256 asentamientos, incluido Jerusalén Este, colonias que son consideradas ilegales por el derecho internacional. Mientras los colonos israelíes han tenido pleno acceso a las vacunas e Israel ha sido elogiado por gobiernos y medios de comunicación, los 300.000 palestinos de Jerusalén Este, los 5 millones que viven en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania (muchos de ellos como desplazados y refugiados) y, por supuesto, los refugiados palestinos en Siria, Líbano y Jordania han tenido un acceso a la vacunación nulo o muy limitado.
El efecto del brote de la Covid-19 sobre los servicios existentes ha sido devastador, y a él se suman los cortes de luz, los bombardeos a centros sanitarios o los ataques violentos de los colonos sobre a la población palestina. El cierre de los checkpoints israelíes niega el acceso de miles de pacientes a los hospitales y la lista de espera para cita ambulatoria se estima en unas 50.000 personas.
El sector sanitario palestino sufre también la progresiva fragmentación territorial, demográfica, socioeconómica y política de un territorio ocupado afectado por una crisis humanitaria crónica. Para las organizaciones que trabajan por el derecho a la salud en Palestina, la catástrofe sanitaria era ya una realidad cotidiana antes de la pandemia de la Covid-19.
La demolición de propiedades es continuada, así como la destrucción de inmuebles privados, escuelas, centros médicos, infraestructuras de agua e instalaciones de saneamiento como tanques de agua y cisternas, grifos y letrinas, fundamentales para la higiene y la prevención de enfermedades contagiosas.
El acoso y ataque a la atención sanitaria, principalmente en Gaza, ha empeorado en los últimos diez años. La disponibilidad de servicios públicos de calidad es mínima y los componentes esenciales necesarios para los centros médicos no están disponibles o no son adecuados.
Faltan medicamentos, equipos médicos y recursos humanos. En ese sentido, la falta de medicamentos no sólo tiene impacto en la calidad de los tratamientos sino que supone un riesgo de salud pública ante los brotes de enfermedades.
La falta de provisión de servicios esenciales como salud, refugio, agua, saneamiento e higiene es responsabilidad del estado sionista de Israel con la complicidad de la comunidad internacional, incluidas las autoridades del Estado español. Los detenciones, encarcelamientos y asesinatos también.
El Foro Palestina Libre y la Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad de Aragón os hemos convocado hoy a exigir la libertad de Juana y los miles de presos y presas palestinas ya mostrar vuestro apoyo a una lucha justa.
Difundid el caso de Juana, compartid la información, que todo el mundo lo conozca, hablad de Palestina. Los derechos, la dignidad, la salud del Pueblo Palestino son el resultado de 73 años de ocupación, tortura y genocidio, y también son un reflejo de los derechos, la dignidad y la salud en nuestra sociedad.
Fotos









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