Desde Intersindical de Aragón-co.bas, vemos necesario dar una respuesta de denuncia pública, a los accidentes laborales y más a los compañeros y compañeras que mueren para que unos pocos se lucren. Por ello, pedimos a las organizaciones sindicales, sociales y políticas combativas, que acudan este sábado 27 de marzo a una concentración de repulsa.
La sangre obrera sí cotiza en Bolsa

A raíz del último accidente laboral mortal del que se tiene conocimiento quiero desmontar un “mito”: la sangre obrera si cotiza en bolsa !! Lo hace engordando las cuentas bancarias de los grandes empresarios, sus beneficios y sus plusvalías.
En pura y asesina lógica capitalista los accidentes son algo admisible en las empresas, el gasto y las perdidas que les suponen son mucho menores que cumplir la ley de prevención de riesgos laborales. Esa es la realidad, les sale mas barato un accidente mortal cada cierto tiempo que cumplir la ley. Barato en lo económico, y también a nivel social y de lucha de clases.
Accidentes laborales mortales en EH.
Cogiendo los datos publicados por el periodista Juanjo Basterra vemos como desde que se aprobará la ley de prevención de riesgos laborales en el 1996 son al menos 2.329 personas muertas en accidente laboral. Una verdadera sangría de muertes a las que tendríamos que sumar las personas muertas por enfermedades profesionales (se dice que por cada muerte en accidente hay 10 derivadas de enfermedades profesionales) derivadas de trabajar en inhumanas condiciones durante su vida laboral. Miles y miles de vidas segadas por la avaricia patronal por el mero hecho de salir de casa a ganarse el pan de cada día.
El año anterior morían en el trabajo al menos 75 personas en accidentes laborales en nuestro país, unas cifras que lejos de provocar un estallido social y laboral contra este asesinato silencioso no ha supuesto punto de inflexión alguno.
Las causas.
La ley de prevención de riesgos de 1996 se suponía un antes y un después en el mercado laboral al respecto de los accidentes laborales mortales o no. Un punto de inflexión en cuanto a medidas de seguridad en el trabajo, pero la realidad es otra totalmente distinta.
La letra de la ley puede hasta sonar bien, uno de los problemas que tiene es la dotación económica ( los recursos humanos y materiales ) para hacerla cumplir. ¿ Cuantos inspectores de trabajo y seguridad laboral tienen nuestros territorios ? ¿ Cuantos habéis visto en vuestras fábricas y tajos ? Un número absolutamente insuficiente para parar estas muertes y la avaricia empresarial que las provoca. De hecho, incluso cuando aparecen, lo hacen preavisando a las empresas con anterioridad.
El incumplimiento de la ley o su imposibilidad de hacerla cumplir por falta de recursos es una de las causas pero tenemos muchas mas. El actual mercado laboral con contratos basuras, cadenas de subcontratación y temporalidad extrema es una de ellas. Los altos ritmos de trabajo a costa de lo que sea ( sigue currando que no pasa nada ) y el déficit en mantenimiento de maquinaria y EPIs son el complemento perfecto. ¡¡ Y por supuesto detrás de todo esto el querer ganas mas dinero del empresario de turno !!
La respuesta.
Las respuestas que se están dando desde los gobiernos es la lógica de quienes tienen en el beneficio económico y la productividad de las empresas su meta última. Da igual el color del gobierno local, autonómico o estatal, esta es una realidad absoluta bajo el capitalismo.
La respuesta de la clase obrera ante estos accidentes es también la lógica, la rabia y el dolor por la perdida de un compañer@ en el curro. Alguien con el que pasas y sufres horas y horas al cabo de los años. Pero debemos convertir esa rabia y ese dolor en algo mas, convertirlo en dinámicas de lucha globales contra esta lacra.
Debemos denunciar cada accidente laboral exigiendo investigación y medidas, poniendo el foco en las causas antes mencionadas. Algo que actualmente se hace, pero debe ser global. No esperar a cada muerte para denunciarlo, sino marcar una hoja de ruta en base a movilizaciones e incluso paros o huelgas para exigir y denunciar lo que ocurre. Tenemos que hacer de las muertes obreras nuestro caballo de batalla en la lucha contra este sistema, demostrar que detrás de las mismas se esconde la avaricia de empresarios y la desregularización del mercado por los gobiernos. Y hacerlo, insisto, marcando unos tiempos de lucha y movilización que obligue a gobiernos y empresarios a actuar. De otro modo a cada muerte vendrá una protesta y luego el silencio de la calle a la espera de la siguiente, y eso no podemos permitírnoslo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.