Desde Intersindical Aragón, vemos con mucha preocupación la Sentencia del Tribunal Supremo, que con
argumentos del Código Penal del siglo XIX, se puede acusar de sedición y la condena a muchos años de
cárcel, a quien quiera ejercer derechos fundamentales.
Con el argumento de la suprema unidad de España, el estado hará lo necesario para garantizar que no se toque el orden de las cosas.
Esta sentencia afecta a todo el Estado, pone en cuestión derechos fundamentales y puede utilizarse en el
futuro para cercenar otros derechos como el de manifestación, denunciar abusos de poder, el derecho de
reunión, cuando se defienda a una familia desahuciada, cuando se utilice el derecho de huelga, o nos
opongamos a la represión policial. Todo esto a partir de la sentencia puede considerarse sedición.
El sistema capitalista ha utilizado sus medios gubernamentales y económicos, con la colaboración de los
medios de información para recortar salarios y precarizar el empleo. Esta sentencia puede ser utilizada en el
futuro con el agravante de discriminación ideológica y política como ya ocurrió en Alemania antes de la
Segunda Guerra Mundial, para justificar el encarcelamiento de los dirigentes obreros por comunistas.
El Tribunal Supremo es una institución heredada como muchas otras. La Iglesia, la Monarquía, el Ejército, la
Policía, son instituciones que gracias a la llamada Transición responden a una actitud claramente defensora
de este estado capitalista y de las políticas de recorte de la Unión Europea.
Desde IA, defendemos el derecho de los pueblos a dirigir su futuro y a decidir sobre los aspectos
fundamentales de la vida, una vida digna, con justicia social, donde primen los derechos, la sanidad, las
pensiones, la educación… por encima de los intereses de las grandes corporaciones y multinacionales.
Defendemos el derecho que tienen todos los pueblos a dirigir su futuro, pero sobre todo nos solidarizamos
con la clase obrera catalana que como la del resto del estado crea la riqueza.
La convivencia se garantizará con más justicia social, no con esta sentencia, ni tampoco con el artículo 135
de la Constitución, ni con las reformas laborales, ni con la Ley Mordaza, ni con las ayudas a la banca y a las
grandes empresas.
IA no puede ser neutral ante la injusticia y utilizaremos todas las herramientas que sirvan para conseguir derechos a la clase obrera. Apoyaremos todas aquellas reivindicaciones laborales y colectivas que mejoren la calidad de vida de trabajadoras y trabajadores.
El derecho a decidir es legítimo de todos los pueblos que, de alguna manera se sientan sometidos a restricciones democráticas. Siempre estaremos con quienes por injusticias judiciales son privados de derechos y libertades. Contra todo esto nos van a tener en frente y llamamos a la solidaridad de clase entre los distintos pueblos, a la unidad de la clase trabajadora y a la unidad de acción del sindicalismo alternativo, por encima de supuestas fronteras que fomentan el odio entre territorios y la división entre la clase obrera.
Desde IA no queremos fomentar la demonización entre trabajadores por el único hecho de pertenecer a territorios diferentes. Sirva para ello el ejemplo histórico en 1919 de los trabajadores de “La Canadiense”, los cuales lucharon entre otras cosas, por la jornada laboral de ocho horas actual y por libertades democráticas, codo con codo con trabajadores de diferentes partes del estado.
El poder aquí y allí, sigue en las manos de los de siempre, los grandes capitalistas y los hijos del fascismo, que siguen robando en los consejos de administración de las grandes empresas, aquí y allí.
Llamamos a la clase obrera aragonesa y a la del resto del estado a solidarizarnos con nuestros hermanos de clase trabajadora catalana.
NO NOS VAMOS A CALLAR
VIVA LA CLASE OBRERA CATALANA
VIVA LA CLASE OBRERA ARAGONESA
POR LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA
IA/CO.BAS
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