La paralización será ‘la mayor que este país ha visto’, dijo el secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Sérgio Nobre.
Señaló que el Gobierno de Bolsonaro es ilegítimo y, si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva no permaneciera preso, ‘estaría en las puertas de las fábricas movilizando a los trabajadores contra la destrucción de la Seguridad Social’.
‘Los trabajadores saben de la gravedad de la situación. Es importante que la gente no salga de casa. La forma de protestar es la calle vacía. También será un día histórico de reflexión sobre lo que está sucediendo en nuestro país’, agregó Nobre.
La reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, que se discute actualmente en el Congreso, es una de las principales banderas de Bolsonaro, sin embargo enfrenta un fuerte rechazo en la sociedad.
Sus detractores alertan que el actual sistema, basado en el principio de la solidaridad social, será sustituido por un régimen de capitalización, como el de Chile, en que la jubilación queda vinculada a la capacidad de ahorro individual.
Argumentan que el carácter profundamente excluyente de la iniciativa del Gobierno se traduce también en la definición de nuevas exigencias en las reglas de acceso a la protección social, que no podrán ser atendidas plenamente por la mayoría de la clase trabajadora.
La jornada de paro se realizará en medio de un escándalo que enfrenta el ministro de Justicia, el exjuez Sérgio Moro, quien condenó a Lula por supuestos actos de corrupción.
Recientemente el sitio digital The Intercept sacó a la luz pública comprometedores mensajes de Moro con fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato que ponen en duda su imparcialidad y corroboran su persecución política contra el fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
También la huelga general de este viernes coincide con el comienzo de la Copa América de fútbol en Brasil, donde participarán 12 selecciones.