Según se desprende del Informe de CCOO y UGT, el número de accidentes laborales con baja ascendió a 3.911: 3.881 leves, 26 graves y 4 mortales. Además, 546 accidentes ‘in-itinere’, uno de ellos mortal.
A ellos deben añadirse 546 accidentes ‘in-itinere’, uno de ellos mortal, que afectan a más mujeres que hombres.
Para Luis Clarimón, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO Aragón, aunque “la buena noticia” es que descienden los accidentes graves y mortales, el número de accidentes en su conjunto continúa en aumento desde 2014, “y debe tenerse en cuenta que son muchos los accidentes y enfermedades profesionales que pasan desapercibidos”, dado que, según el sindicalista, son declarados leves en principio para luego pasar a confirmarse como graves.
Respecto a los índices de incidencia (número de accidentes por cada mil trabajadores y trabajadoras) se ha producido un descenso en todos los sectores productivos. Por cada 1.000 trabajadores y trabajadoras 2,5 han sufrido un accidente de trabajo en Uesca; 2,49 en Teruel; y 2,26 en Zaragoza.
Las organizaciones sindicales han destacado que si bien los accidentes mortales en jornada de trabajo han descendido en un 50% en este trimestre con respecto a 2018, la mayor parte han tenido su origen en causas relacionadas con el tráfico, accidentes in-misión o accidentes ‘in-itinere’. Así, tres de los cinco accidentes mortales, un 60%, se han producido por estos motivos.
Por ello, tanto desde CCOO como de UGT se insiste en la necesidad de “racionalizar” los desplazamientos entre el domicilio y el centro de trabajo y adoptar otro tipo de medidas como potenciar el transporte colectivo, coche compartido, autobuses lanzadera en los polígonos, etcétera.
En cuanto a las enfermedades laborales en el primer trimestre del año han sido declaradas 178, once más que el mismo periodo del año anterior, todas de carácter leve. Aunque según han matizado los responsables de salud laboral “representan una cifra mínima respecto del global de siniestros laborales, lo que indica que no se declaran todas las que se debieran declarar”.
Para los secretarios de salud laboral de ambas organizaciones, “tanto el dolor que los accidentes laborales causan en las personas y las familias como por su perjuicio económico”, requiere considerar la salud laboral como “un objetivo social, económico y político prioritario” para los próximos años.
Para Clarimón, sería fundamental poner en marcha la figura del Delegado Territorial de Prevención “para controlar la siniestralidad en las pequeñas empresas”, que en Aragón representan el 70% de los accidentes laborales que se producen, y que con la legislación actual carecen de delegado de prevención.
Entre otras medidas, ambas organizaciones exigen mayor control sobre empresas con altas tasas de siniestralidad, dotar a los técnicos del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral con capacidad sancionadora y no solo técnica como tienen ahora, mejorar el control de las empresas para el cumplimiento de la normativa, así como la calidad de los servicios de prevención.
Fuente: Arainfo