La patronal local amenazó con cerrar todas las fábricas textiles
El pasado martes, 8 de enero, unos 50.000 trabajadores de las industrias textiles de Bangladesh iniciaron una huelga en demanda de alzas salariales. Aunque en diciembre el salario subió el equivalente de unos 95 dólares al mes para cuatro millones de trabajadores del sector, estos no lo consideran suficiente para compensar la subida del coste de la vida, especialmente de la vivienda.
El domingo pasado, en Savar, distrito industrial en las afueras de la capital, Dhaka, la policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a unos 10.000 manifestantes que levantaron barricadas en la autopista. El martes, un trabajador murió por disparos de balas de goma y 50 resultaron heridos.
El líder sindical Aminul Islam culpó a los dueños de las fábricas, que trabajan para firmas multinacionales como H&M, Primark, Walmart o Inditex, de recurrir a la violencia para controlar a los huelguistas. Sin embargo, según declaró, “están más unidos que nunca” y “no parece que vayan a dejar las calles hasta que no se cumplan sus demandas”.
Un trabajador también desveló a la prensa que en algunas fábricas los patronos alquilaron matones para impedir que sus trabajadores se unieran a la huelga. No es la primera vez que recurren a fuerzas paramilitares en estos conflictos, que se vienen sucediendo periódicamente desde que en 2013 se produjera el derrumbe del edificio Rana Plaza en Savar, cobrándose la vida de 1.130 trabajadores. Sin duda, el episodio más dramático de terrorismo patronal del presente siglo.
Bangladesh tiene 4.500 fábricas textiles y de confección que el año pasado exportaron por valor de 30.000 millones de dólares. La Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh, que ejerce un enorme poder político, amenazó con cerrar todas las fábricas si los trabajadores no volvían a sus puestos inmediatamente: “Podemos aplicar la teoría de ‘sin trabajo, no hay paga’, declaró a los periodistas su presidente, Siddikur Rahman.
El año pasado, Bangladesh fue el segundo mayor exportador de prendas de vestir después de China, y hay planes para expandir el sector hasta alcanzar los 50.000 millones de dólares en 2023. Sin embargo, sus operarios -mujeres en su mayoría- siguen siendo los peor pagados del mundo. Gracias a esos salarios de miseria, en el desarrollado occidente podemos adquirir vestidos a precios relativamente asequibles para nuestros bolsillos. ¿Entendemos ahora por qué determinadas firmas españolas y de otros paises han podido crecer como la espuma?
Esta huelga representa el primer gran desafío para la primera ministra, Sheikh Hasina, desde que alcanzara su cuarto mandato. Esta elección estuvo empañada por alegaciones de fraude electoral e intimidación, que provocaron fuertes protestas y miles de detenciones.
Extraido de:
http://canarias-semanal.org/art/24340/bangladesh-otra-huelga-que-no-ha-sido-noticia-en-los-medios